La escucha activa

  • La escucha activa.
  • El diálogo.
  • La búsqueda de argumentos.
  • Creación de espacios de entendimiento mediante el diálogo.

La escucha activa es una habilidad que puede ser adquirida y desarrollada con la práctica. Sin embargo, puede ser difícil de dominar, pues hay que ser pacientes y tomarse un tiempo para desarrollarla adecuadamente.

¿Qué es la escucha activa?

La escucha activa se refiere, como su nombre indica, a escuchar activamente y con conciencia plena. Pero no solo eso, sino que hay que expresar que estamos escuchando con atención. Así pues, la escucha activa tiene una faceta interna, basada en el interés que ponemos en centrarnos en lo que nos dicen y en comprenderlo, y otra externa, que consiste en reflejar en nuestros gestos y reacciones que estamos atentos a lo que la otra persona tiene que decirnos. Por tanto, la escucha activa no es oír a la otra persona, sino a estar totalmente concentrados en el mensaje que el otro individuo intenta comunicar y asegurarnos de que sabe que no pierde el tiempo hablando con nosotros.

Pese a que puede parecer que escuchar activamente es tarea fácil, este tipo de escucha requiere un esfuerzo de nuestras capacidades cognitivas y empáticas. Saber escuchar es muy importante en la comunicación, y aunque no lo parezca, en muchas ocasiones pasamos mucho tiempo pendientes de lo que nosotros pensamos y de lo que nosotros decimos en vez de escuchar activamente al otro.

La escucha activa no es escuchar de manera pasiva, sino que se refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está intentando expresar. En la escucha activa, la empatía es importante para situarse en el lugar del otro, pero también la Validación emocional, la aceptación y el feedback, pues se debe escuchar sin juzgar y es necesario comunicar a la otra persona que se le ha entendido. Por esto, existen dos elementos que facilitan la escucha activa, son los siguientes:

  • Disposición psicológica: la preparación interna es importante, estar en el momento presente, prestar atención constante y observar al otro: identificar el contenido de lo que dice, los objetivos y los sentimientos.

  • Expresión de que se está escuchando al otro interlocutor con comunicación verbal, en lo que se conoce como la función fática del lenguaje (ya veo, umm, uh, etc.) y el lenguaje no verbal (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.).


     

Qué no hacer en la escucha activa

A continuación repasamos algunos errores que se pueden producir cuando se escucha a la otra persona:

  • Distraerse durante la conversación
  • Interrumpir al que habla
  • Juzgarlo y querer imponer tus ideas
  • Ofrecer ayuda de manera prematura y con falta de información
  • Rechazar y no validar lo que el otro esté sintiendo
  • Descalificar al dar tu opinión
  • Contar tu propia historia en vez de escuchar la suya

Señales que indican la escucha activa correcta

Existen varias señales que muestran a la otra persona que se le está escuchando activamente. A continuación se muestran las señales verbales y no verbales de la escucha activa, para que puedas ser capaz de adaptar tu estilo comunicativo hacia un mejor entendimiento y comprensión de tu interlocutor.

1. Señales no verbales

Las personas que escuchan activamente suelen mostrar las siguientes señales no verbales:

Contacto visual

El contacto visual muestra a la otra persona que se está prestando atención a lo que dice y siente y, además, puede mostrar sinceridad. Combinar el contacto visual con otras señales verbales y no verbales, muestran interés por lo que la otra persona está expresando.

Sonrisa ligera

Esto asegura al interlocutor que la información que está transmitiendo está siendo bien recibida y le que le motiva a seguir hablando. Por tanto, actúa como reforzador, además de dar un mensaje de empatía.

Postura corporal receptiva

La postura da información del emisor y el receptor en el proceso de comunicación. La persona que escucha activamente tiende a inclinarse ligeramente hacia adelante o hacia los lados mientras está sentado.

Mirroring

El reflejo automático o mirroring de cualquier expresión facial del hablante puede ser señal de escucha atenta. Estos gestos expresivos parecen indicar simpatía y empatía en las situaciones emocionales. Por el contrario, la imitación consciente de gestos faciales (no automáticos) parece ser señal de inatención.

No distracción

El oyente activo no se va a distraer, pues su atención está puesta en las señales verbales y no verbales que emite en oyente.

2. Señales verbales

Emitir palabras de refuerzo o cumplidos

Este tipo de verbalizaciones refuerzan el discurso del hablante al transmitir que uno valida su punto de vista. Frases como “lo hiciste muy bien”, “me gusta cuando eres sincero” o “debes ser muy bueno jugando al fútbol”, muestran atención por parte de la persona que escucha. Pese a que estas frases pueden ser positivas, no hay que usarlas en exceso, pues pueden distraer al emisor.

Parafrasear

Parafrasear hace referencia a verificar o expresar con las propias palabras lo que parece que el hablante acaba de decir. De esta manera, es posible que el emisor informe al receptor si este último ha entendido bien el mensaje.Un ejemplo de parafrasear puede ser: “¿Quieres decir que te sentiste de esta manera...?”.

Resumir

Una persona que domina la habilidad de la escucha activa suele resumir lo que le acaba de comunicar el otro interlocutor. Esto ayuda a dejar claro que se entiende el punto de vista del otro antes de exponer el suyo propio.

Hacer preguntas

El oyente puede demostrar que ha estado atento al hacer preguntas relevantes. De esta manera puede clarificar la información que ha recibido y mostrar interés por lo que el emisor intenta comunicar.

 

 LA BÚSQUEDA DE ARGUMENTOS

¿Qué es un argumento?

Un argumento es un razonamiento que se emplea para demostrar o probar aquello que se dice o afirma, o para convencer de algo que aseveramos o negamos.

El argumento busca persuadir sobre la veracidad de lo que decimos. Para que sea convincente, debe ser coherente, sólido y sin contradicciones que puedan afectar su credibilidad. Además, debe ser capaz de superar réplicas y refutaciones. De allí que se diga que un buen argumento debe estar siempre blindado, es decir, sin puntos débiles.

Los argumentos sirven para probar puntos de vista en textos, debates, investigaciones, intercambios de ideas o para crear hipótesis que expliquen fenómenos o eventos. También en la vida cotidiana, cada vez que defendemos nuestra opinión y nuestras decisiones, utilizamos diferentes tipos de argumentos.

Tipos de argumentos y ejemplos

Existen muchos tipos de argumentos, entre los que destacan los argumentos deductivos, inductivos y abductivos y otros tipos de argumentos, planteados por el filósofo Anthony Weston, que son los argumentos de autoridad, de ejemplos, de causas y por analogía.

Por su parte, los argumentos demostrativos y de hechos son muy utilizados en el ámbito científico porque se basan en datos verificables.

Argumento deductivo

El argumento deductivo es aquel que permite inferir una conclusión a partir de las premisas. Las premisas plantean un razonamiento general y de ahí se extrae una conclusión particular.

Ejemplo de argumento deductivo:

Todos los hombres son mortales. Juan es un hombre. Por lo tanto, Juan es mortal.

Argumento inductivo

En este tipo de argumento, las premisas contienen propiedades particulares que se repiten en cierto número de sujetos, objetos o eventos, producto de la observación directa. De estas propiedades o datos comunes se extrae una conclusión general que abarca tanto a los casos observados como los no observados. En este sentido, el argumento inductivo, a diferencia del deductivo, va de lo particular a lo general.

Ejemplo de argumento inductivo:

El canario tiene alas, el jilguero tiene alas, la golondrina tiene alas; por lo tanto, todos los pájaros tienen alas.

Argumento abductivo

Es un tipo de argumento cuya conclusión es una conjetura, es decir, una hipótesis que explica las premisas. Esta forma de razonamiento permite obtener un nuevo conocimiento, sin embargo, al tratarse de una hipótesis, la conclusión es probable, pero no se puede verificar.

Ejemplo de argumento abductivo:

El muchacho va corriendo hacia la parada de autobús. Seguramente llega tarde a clase.

Argumento de autoridad

Como argumento de autoridad se denomina aquel que respalda sus razones en el prestigio de otra persona o institución, considerada una autoridad en la materia. En este sentido, el argumento se vale de sus palabras y es utilizado prescindiendo de recurrir a otros hechos o razones que lo sustenten.

Ejemplo de un argumento de autoridad:

Según el Banco Mundial, la pobreza extrema aumentó en 2020 debido a la pandemia.

Argumento mediante ejemplos

Las premisas de este tipo de argumentos están basadas en ejemplos. Se entiende que mientras más ejemplos se describan para sustentar la idea, más fuerte será. Para que esto se cumpla, es necesario que los ejemplos mencionados sean verdaderos y se puedan verificar.

Ejemplo de argumento mediante ejemplos:

África es el continente con mayor inflación. Zimbabue tiene una inflación del 161%, Sudán del 50% y Sudán del sur del 24%.

Argumento por analogía

Se trata de tomar dos situaciones y compararlas para extraer elementos comunes que permitan llegar a una conclusión probable. También se conoce como argumento por comparación o argumento por contraste.

Ejemplo de argumento por analogía:

Mi abuelo y mi padre eran excelentes cocineros. Por eso yo también soy habilidoso en la cocina.

Argumento de causas

Es uno de los tipos de argumentos propuestos por Anthony Weston. En este caso, la conclusión deriva de unas causas que lo explican o justifican. Se trata de uno de los argumentos que más utilizamos en nuestra vida cotidiana.

Ejemplos de argumento de causas:

No pude hacer las compras porque salí tarde del trabajo y el supermercado ya estaba cerrado.

Argumento demostrativo

Se emplea para explicar o comprobar un hecho. Es un tipo de argumento muy utilizado en el ámbito científico y suele contener datos de investigaciones previas. Tiene una función divulgativa, ya que el objetivo es difundir nuevo conocimiento.

Ejemplo de argumento demostrativo:

Según un estudio presentado por la Sociedad Europea de Cardiología, el consumo de café previene accidentes cardiovasculares.

El corazón de los participantes que consumen café de forma habitual presenta mayor tamaño y mejor funcionamiento que en los participantes no consumidores de café.

Argumento de hecho

También llamado argumento basado en datos, es un tipo de argumento basado en pruebas verificables. En este caso, la conclusión es verdadera porque está sustentada en ideas o datos que pueden ser probados.

Ejemplo de argumento de hecho:

El consumo de bebidas energéticas supone un riesgo para la salud debido a su alto contenido en azúcar y cafeína.

Según datos de OMS, una dosis excesiva de cafeína puede provocar arritmias, taquicardias y convulsiones. Además, pueden resultar adictivas.

Estructura de un argumento

Un argumento, de forma general, está compuesto por dos elementos básicos: las premisas y la conclusión.

Premisas

Las premisas son cada uno de los enunciados que anteceden a la conclusión y sirven para sustentar o negar algo. Habitualmente, los argumentos constan de dos premisas, pero pueden tener un número ilimitado.

Ejemplo:

1. El azúcar está presente en la mayoría de alimentos procesados que consumimos a diario.

2. El consumo habitual de azúcares es un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes, aumento de peso y deterioro de los dientes.

Conclusión

La conclusión es el enunciado que marca el fin del razonamiento, es decir, la proposición que se expone en último lugar. Aquello que se afirma en la conclusión, se sustenta previamente en las premisas.

Lenguaje natural y artificial

Un argumento es la expresión de un razonamiento a través de un lenguaje, que ha de ser natural, es decir, un lenguaje orientado a comunicar un mensaje.

Sin embargo, en determinados ámbitos, es necesario utilizar lenguajes artificiales para disponer de los términos adecuados. Áreas como las matemáticas, la química o la música se valen de un lenguaje especializado.

Tienen intención retórica

El objetivo de los argumentos es probar, convencer, replicar, razonar, defender una postura, etc., por tanto, tienen una intención retórica, que consiste en conseguir su propósito a través de estructuras y recursos lingüísticos.

Precisión y brevedad

Para que resulten efectivos, los argumentos deben ser precisos, deben exponer las razones de forma concreta, sin saturar al auditorio o al lector con palabrería de más, ni expresando ideas ambiguas.

Estructura coherente

Un argumento debe estar bien estructurado, es decir, debe integrar una conclusión y unas premisas que la sostienen. También ha de existir una relación de coherencia entre todos estos elementos.

Ideas ordenadas

Es fundamental expresar las ideas de forma ordenada para una mejor transmisión del mensaje. El argumento debe entregar los razonamientos de forma fluida y natural, siguiendo una secuencia lógica.


 

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